Compartimos la nota de nuestro socio y director de Impronter, José Vedoya, sobre un tema siempre de actualidad: el storytelling.
Un buen líder siempre tiene a mano una historia para contar a cada persona o audiencia que encuentra. El storytelling es una gran herramienta para inspirar y transformar de manera sostenible y auténtica a colegas y a la gente de nuestro equipo; para ello, debemos encontrar nuestra voz interior.
n herramienta para inspirar y transformar de manera sostenible y auténtica a colegas y a la gente de nuestro equipo; para ello, debemos encontrar nuestra voz interior.
En los inicios de Apple, Steve Jobs armó equipo de gente que le atraía la idea de cambiar el status quo: eran los piratas de Sillicon Valley; les decía que es más divertido ser pirata que trabajar en la Armada. La Armada era IBM, “un supermonopolio” que controlaría sus vidas como el Gran Hermano distópico de la novela 1984 de Orson Welles; IBM era el villano a vencer, todos lo tenían claro porque Jobs contaba esa historia una y otra y otra vez.
La lucha del equipo de diseño de la Mac vs. IBM era una historia con una proyección de un futuro deseable con el que podían identificarse y un viaje heroico en el que tenían un rol activo: “somos la única esperanza para la Humanidad”, aseguraba Jobs. Era una historia tan poderosa que terminó convirtiéndose en una publicidad.
Ah, y hoy Apple es la empresa más valiosa del mundo, con un valor superior a los 2.000.000.000.000 dólares (2 trillion, en inglés; 2 billones, en español), habiendo rozado los tres billones varias veces el último año.
En el medio pasaron muchísimas cosas, pero esa es otra historia. La que contaba Steve Jobs a su equipo a principios de los ’80 impulsó una visión, unió un equipo y consolidó una cultura. Esa es la historia que nos gusta trabajar en nuestro taller de Storytelling de Impronter.
Para ello, analizamos la relación entre storytelling (o narración de historias) y el liderazgo; vemos qué son y cómo aprovechar los recursos discursivos, los masterplots y los marcos en el lenguaje; y aplicamos dinámicas con las reglas del storytelling y del storytelling con data para incorporar esta herramienta tan poderosa. La habilidad del storytelling es para todo líder que desea encontrar su voz para inspirar y transformar de manera sostenible y auténtica a sus colegas y a la gente de su equipo.
No nacemos líderes; nos hacemos, dependiendo del contexto. El liderazgo es una decisión; comienza con el autoconocimiento: ¿Cuál es la historia que me cuento sobre mí mismo? Así, puedo crecer como líder, conociéndome y mejorando mi habilidad de storyteller.
¿Cuál es la historia que me cuento sobre mí mismo?
Con la llegada de la electricidad, cada subgrupo o individuo tiene luz y calor por su cuenta, y se ha perdido el encuentro alrededor del fuego, del hogar a leña; y con él, la historia viva, la conexión emocional y solidaria, y por tanto la identidad. No es en vano que la Neurociencia nos explica hoy que estamos programados para contar historias.
Si las historias crean significado, al compartir historias, tu grupo estará creando una dinámica potente y determinante; tu organización creará su identidad, sus valores, su sentido.
Al compartir historias, tu grupo estará creando una dinámica potente y determinante.
Por eso usamos historias en muchas empresas para darle la bienvenida a los nuevos miembros: les permitirán evaluar su contribución en relación con la de los demás; y ayudan a entretejer el vínculo dentro de nuestro equipo y entre los distintos equipos de nuestra organización.
Y en el sentido opuesto, la calidad de las historias que compartimos y los valores que transmiten nos darán un indicación de la salud de nuestra organización. ¿En mi empresa se cuentan historias de miedo o historias de logros heroicos?
El storytelling es una gran herramienta de los líderes para inspirar. Estos líderes tienen sus mejores prácticas:
– Siempre están en búsqueda del sentido de su trabajo, de la empresa.
– Tienen comprensión y comparten su misión, visión y valores.
– Infunden en sus equipos un gran sentido de pertenencia al grupo, a la empresa.
Esto lo tenía claro Steve Jobs cuando reclutó a sus piratas de Sillicon Valley para encabezar su cruzada contra IBM
Si bien storytelling puede ser sinónimo de manipulación, desinformación o propaganda, como toda herramienta que puede ser mal usada, vamos a concentrarnos en su práctica positiva, en manos de un líder honesto y responsable, que la usa de manera veraz y auténtica.
Todo buen líder sabe que mientras mejor se sienta una persona con su trabajo, mejor lo hará. Por eso le da importancia al sentido del trabajo: valora el aporte y dar reconocimiento. Un buen líder puede expresar en palabras los deseos más abstractos y las necesidades más profundas de las personas a las que lidera. Esta habilidad podemos entrenarla.
Te cuento algunos ejemplos de lideres que dieron sentido al trabajo y cambiaron el mundo:
El Proyecto Manhattan buscaba desarrollar un arma que acabaría la guerra y salvaría miles de vidas entre los soldados de los Estados Unidos; los equipos trabajaban sin saber para qué eran esos cálculos y ecuaciones que formulaban y analizaban; los avances eran lentos, por supuesto. Cuando se les informó el objetivo del proyecto a los ingenieros, cambiaron su ritmo de trabajo y obtuvieron grandes resultados.
El coach de los Chicago Bulls, Phill Jackson, debía manejar un equipo de grandes egos como Michael Jordan, Denis Rodman y Scottie Pippen. Armó una sala de reuniones en la que todos los jugadores debían sentarse en ronda, similar a una hoguera. Incluso estaba adornada con elementos nativos americanos que inspiraban heroísmo y logros. Obtuvieron dos tricampeonatos.
Joe Gebbia, CEO de Airbnb, compartió en un TED una historia del periodista y escritor Hernán Casciari para mostrar que AirBNB representa “comercio, pero con la promesa de conexión humana”; es decir: confianza. Habló quince minutos de lo que su empresa simboliza, pero recién con esta historia de un minuto pudo mostrarlo.
Contar historias es la herramienta más poderosa para establecer relaciones emocionales con otras personas.
Para ser un gran líder, hay que hablar desde la emoción, no desde el PPT. Esto no significa necesariamente ser carismático; significa tener valores, una visión, una estrategia y saber implementarla. El verdadero poder está en la verdad de quien habla, no en su técnica. Lo peor que le puede pasar a un mal producto es una buena publicidad, reza el adagio. La propaganda nazi es el mejor ejemplo: con su maquinaria de difusión no pudo imponer una idea de contravalores. En ese sentido, como líderes, debemos encontrar nuestra voz interior; y el estilo le seguirá. Esto nos dará autenticidad.
Volvamos a preguntarnos qué es narrar historias; cómo contaríamos nuestra historia. Contar historias es la herramienta más poderosa para establecer relaciones emocionales con otras personas. Y a veces nos toca hacerlo con data.
Storytelling con data
Al presentar resultados de negocio o informes con datos duros o complejos, tenemos una oportunidad de contar una historia, de esas que inspiran y motivan a la audiencia a que vean lo que les mostramos o tomen el curso de acción que la organización necesita.
1- Entiendo el contexto
A quién se la narro, qué quiero que haga, cómo se la narro.
2- Elijo un método visual apropiado
Por lo que más quieras, no uses gráficos de torta, de donas, 3D o superpuestos: es hacer difícil de entender algo que podría ser fácil.
3- Elimino desorden de mi soporte visual
Al narrar una historia, competimos por la atención, que es un recurso finito.
4- Enfoco la ATENCIÓN donde LA deseo
El título habla por sí solo: todo en su justícima medida.
5- Pienso como un diseñador
No todo es igual de importante; cuando algo no es necesario, lo elimino.
6- Cuento una historia
Mi historia unirá mi idea con la emoción de la audiencia y:
- me escucharán más,
- me entenderán más,
- me recordarán más.
Desarrollar mi habilidad de storyteller (o narrador de historias), dedicando tiempo, ensayando mi mejor versión y corrigiéndome, me permitirá:
- Estar cómodo en todo contexto.
- Saberme confiado en la fuerza de mis historias y en mi habilidad de storyteller.
- Ser auténtico, hablar desde el corazón.
Recordá: las personas realmente influyentes tienen una historia que contar para cada audiencia.
Esto no lo logramos en un día. En el taller de Storytelling de Impronter vemos estos temas, con ejemplos y dinámicas, y realizamos ejercicios para incorporar esta poderosa herramienta a nuestro set de habilidades de líder para inspirar a nuestro equipo, a nuestros colegas, al directorio de la empresa, a nuestros clientes y a nuestros proveedores.