Por Carolina Doldán – Directora de Change Agency
La pandemia está cambiando la dimensión del trabajo y ya generó un fenómeno por el cual miles de personas están repensando su vida laboral. ¿Por qué pasa esto? ¿Cómo estamos preparados desde Comunicación Interna para abordarlo? ¡No hay recetas mágicas! La invitación es a pensar ideas y compartir reflexiones.
“Solía trabajar toda la semana viajando por las provincias y llegaba a casa los fines de semana. Ahora solo salgo una vez por semana y organizo el resto por Zoom; y almuerzo con mi hija casi todos los días. Yo digo: “¿Lo anterior era la normalidad? ¡Lo normal es esto!”. Uy, cómo vengo escuchando testimonios así…
El Dr. Anthony Klotz, psicólogo organizacional, le dio el nombre de “Gran Renuncia” al fenómeno por el cual miles de personas están renunciando o considerando renunciar a sus trabajos en estos tiempos.
Estamos hablando de que el 41% de las personas en los Estados Unidos está pensando dejar su trabajo entre este año y el que viene (según el Microsoft’s 2021 Work Trend Index); o de que una de cada tres mujeres (What!? Sí, 1 de cada 3) ha considerado salir del mercado laboral (según la encuesta The Workplace mothering effect de Visier). Y nada menos que cuatro millones de trabajadores han renunciado a su empleo en abril en el país del norte según el US Labor Department (Ministerio de Trabajo), lo cual es muchísimo más que el promedio.
Si te interesan los datos, te dejo links a estos estudios debajo de la nota.
¿Y por qué ocurre esto? Hace poco escribí un artículo sobre la salud mental de la fuerza de trabajo y cómo las consecuencias de la pandemia y el aislamiento estaban silenciosamente desgastando el bienestar de las personas. Bueno, me suena que esta Gran Renuncia tiene mucho que ver con eso.
Si bien este fenómeno está ocurriendo más visiblemente en los Estados Unidos, se trata de una situación a considerar en el nivel mundial. Hoy y acá también las personas están poniendo en la balanza profesional muchos aspectos de su vida privada: su salud mental, la familia, el tiempo personal, la vida entera.
Cada vez más estamos pasando del mindset de “vivir para trabajar” a “trabajar para vivir” –siempre y cuando tengamos la posibilidad, claro–. Y, por alguna razón, la pandemia y el regreso a la oficina se convierten en significantes de un agotamiento o un temor con el que ya muchos prefieren no lidiar.
¿Qué podemos hacer? La verdad, no tengo la respuesta. Solo me vienen a la mente algunas ideas desde la gestión de la cultura y la comunicación. Te las comparto aquí:
1. Límites
Poner y ponernos límites a cuánto trabajamos y cuándo lo hacemos, hasta qué hora enviamos y contestamos correos o WhatsApps, es clave para mantener un tiempo 100% personal y de calma. Y, si la organización lo fomenta y establece reglas, ¡mucho mejor aún! Ponerlo de manifiesto siempre suma. De hecho, ya hay muchas compañías que están llevando adelante iniciativas de vanguardia como Mozilla (que desarrolla el buscador web Firefox), que decretó una Wellness Week durante la que cerró por completo la compañía para que todos se recuperaran sin sentir que se atrasaban; o Verizon, que ofreció más tiempo libre pago y más beneficios para quienes tuvieran niños o ancianos a cargo.
También es importante cambiar esto desde el speech de los líderes: esto de “vos llamame, que yo en la playa estoy conectado igual” envía un metamensaje muy fuerte.
2. El sabor del encuentro
No solo por el chit-chat, no solo por vernos la cara; volver algunos días a la oficina tiene un valor de conexión que la videollamada no termina de entregarnos. Una vez más, poner esto de manifiesto es clave desde la Comunicación Interna. El aporte de reunirse, de celebrar, de compartir miradas en esos espacios ganados a la Comunicación que no están ni en la reunión presencial ni virtual, sino en el pasillo, el estacionamiento, el café o la planta; también el aporte de enfrentar una conversación difícil con valentía y sin apagar la pantalla. Es comunicar para revalorizar la aventura de conectarnos con otro y aprender.
3. Beneficios y planes de carrera
En los Estados Unidos, los managers son los que traen un aumento mayor en la tasa de renuncias, con un 12% de incremento frente a años anteriores. Entonces, ¿no será hora de salir a escucharlos para ver cómo están? Y, de paso, si los beneficios y el plan de carrera es algo que siguen valorando, ¿no sería bueno redoblar la apuesta aquí y salir a comunicarla?
4. Celebrar el ocio
Esto es nada menos que crear una cultura sana. Generar iniciativas que normalicen y fomenten el hecho de que exista vida personal fuera del trabajo creo que también colabora con ese equilibrio que muchos están buscando restablecer con su renuncia. Entonces, aunque parezca una acción superflua, celebrar las vacaciones, los viajes y las aventuras de las personas marca una postura clara de una organización sobre lo que cree que está bien respecto de su gente.
La Comunicación Interna por sí sola no transforma organizaciones. Pero sin Comunicación es difícil que el cambio ocurra. Y un poco de la perspectiva que nos brinda la Comunicación siempre viene bien para recordar dónde estamos, qué tenemos y qué es valioso para nosotros.
Para más info sobre los estudios que te mencioné, mirá estos links:
Microsoft’s 2021 Work Trend Index
The Workplace mothering effect de Visier
US Labor Department news release