Por Alma Cepeda y Bernardo Sánchez Bataller
La pandemia irrumpió de forma inesperada y cambió las reglas de juego. Alteró modelos de gestión organizacional, modificó mapas de públicos internos, digitalizó procesos y exigió una estrategia de conducción centrada en las emociones. En este escenario, la vinculación de los colaboradores con las acciones de comunicación interna se ha vuelto una medida vital.
Resulta obvio que, al hablar de comunicación interna, toquemos el tema de la vinculación y todo lo que sucede con los colaboradores en una organización en la cual las personas interactúan para lograr objetivos que son comunes y la información debe ser clara e integradora, que promueven las conversaciones organizacionales.
Sin embargo, la experiencia y los estudios no dicen exactamente lo mismo; más bien muestran una galaxia por explorar, con coincidencias y diferencias enriquecedoras que pueden ser de utilidad para lograr comprender los comportamientos organizacionales que nacen desde adentro y, obviamente, se reflejan hacia afuera.
2020 fue una ventana inesperada y compleja que reescribe, en muchos casos, nuevas historias organizacionales; pero principalmente ha visibilizado la relevancia de las personas como eje natural y estratégico en la gestión. Muchas veces supeditadas a los resultados financieros, a la productividad; es decir, índices numéricos muy poco asociados con el talento de los colaboradores, que son el capital intelectual de la organización: proveen habilidades, capacidades y conocimientos que le dan significado al logro de los objetivos, tal como lo señala Idalberto Chiavenato en su libro Gestión del Talento Humano.
Medir forma parte de la gestión en las organizaciones. Aporta una gran oportunidad para conocer, comprender, planificar y actuar sobre bases más sólidas, tomando como referencia ese mapa de calor que brindan las personas con su opinión.
Esta es apenas una de las herramientas valiosas de las que podemos echar mano para trabajar los temas que preocupan a los empleados. Es viable hacerlo con una visión compartida a partir de preguntas interesantes y respuestas con significado real de lo que les sucede, en cuyo caso las acciones correspondientes tienen una conexión entre el pensar, el sentir y el hacer.
1 Chiavenato, I. (2000). Gestión de Talento Humano. McGrawHill.
Breve radiografía de la comunicación interna iberoamericana en 2020
Durante 2020, desde la Asociación de Consultores y Agencias de Comunicación Interna de la Argentina (ACACIA), llevamos a cabo varios estudios de investigación a nivel de Iberoamérica. Estos permitieron conocer temas vinculados con la comunicación interna y arrojaron información interesante sobre las acciones que se tomaron y las nuevas oportunidades para trabajar, de manera conjunta, con las personas para hacer de los espacios laborales mejores lugares cada día.
En este sentido, como parte de un estudio del rol de la comunicación interna en 2020, en el cual consultamos sobre seis dimensiones a través de 40 preguntas, obtuvimos 205 respuestas provenientes de 18 países de Iberoamérica (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay, Venezuela, España). Los ejes de la investigación fueron: gestión formal, exposición e involucramiento del área, gestión del cambio, vinculación con los empleados, conexión con la estrategia de negocio, y articulación con la tecnología.
Si bien el 70% de los encuestados tiene una valoración positiva acerca de que reciben comunicación sobre los asuntos que tienen impacto para ellos –lo cual es un punto a favor que permite consolidar vínculos de confianza intraorganización, sobre todo considerando el contexto pandemia COVID-19–, cuando profundizamos en temas más puntuales y sensibles de ser compartidos tradicionalmente, se amplía la brecha de desconocimiento o de nivel de conciencia sobre estos asuntos.